En Bensalem, el conocimiento es considerado como el más preciado de sus tesoros. Por eso en el pasaje más conocido de la obra se refieren a los investigadores con las palabras: "Estas son, hijo mío, las riquezas de la Casa de Salomón". En Bensalem, el matrimonio y la familia son la base de la sociedad y los lazos familiares se celebran en fiestas subvencionadas por el estado.